¡Soy un Funcionario Corrupto, Sin Embargo, Dicen que Soy un Ministro Leal!

I Am A Corrupt Official, Yet They Say I Am A Loyal Minister!

En el peligroso mundo de las altas artes marciales, Lin Beifan atravesó y se encontró atado a un sistema oficial corrupto.

Parecía que la única manera de volverse más fuerte era a través de la corrupción: una noción ridícula, pero que tenía que seguir de todos modos. Se encontró malversando, aceptando sobornos y usando su poder para beneficio personal, convirtiéndose en un funcionario corrupto despreciado y odiado.

Sin embargo, en secreto, distribuyó sus ganancias mal habidas entre el pueblo, sin dejar nada para él. Cargó con el peso de su mala reputación mientras intentaba hacer del mundo un lugar mejor.

La emperatriz, que sabía la verdad, derramó lágrimas y dijo: “Querida, lamento la injusticia que te han hecho. Ven a mi palacio esta noche”.

Las mujeres inteligentes y hermosas que conocían la verdad declararon: “¡No importa cómo te vea el mundo, estamos dispuestas a estar a tu lado, en las buenas y en las malas!”

Las mujeres marciales de Jianghu que sabían la verdad juraron: "¡Si quieren derrotar a Lin, primero tendrán que atravesarnos!"

Otros quedaron en shock: “Él es claramente un funcionario corrupto, ¿por qué lo están protegiendo?”