Una prisión eterna, un cuerpo sin alma, un espíritu sellado, todo perdido. ¡Renunciar ante el destino despiadado, o convertirse en destino! Vivía en una ilusión, estaba perdido, no encontraba mi hogar, no tenía hogar… pero ¡¿qué importa?! ¡Entre inclinarme ante la amenaza de la muerte y ...